Hay cinco factores dinámicos que afectan a la propagación de la globalización: los avances tecnológicos y organizativos de los transportes y las comunicaciones; el aumento de la velocidad de los diseños de productos y rotación de inventarios; la presión para disminuir continuamente el coste de los productos; la concentración del conocimiento en ciertos lugares o sectores industriales y, por último, las decisiones acerca de dónde situar los distintos procesos productivos en relación con los clientes a los que se dirigen.